Rafael Rodríguez Rodríguez (Responsable de la Biblioteca)
Javier Argento (Contratado con una ayuda del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad cofinanciada por el Banco Europeo de Inversiones y el Fondo Social Europeo)
El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) tiene su origen en 1849 como “Comisión para la Carta Geológica de Madrid y General del Reino” con el objetivo de la realización oficial de la cartografía geológica y la descripción de las riquezas minerales de España. Lo que hoy llamaríamos la creación de conocimiento e información en Ciencias de la Tierra.
Irá funcionando con diversas denominaciones y localizaciones (1850-1859, Comisión del Mapa Geológico de España; 1859-1873, Brigada Geológica de la Junta General de Estadística; 1873-1910, Comisión del Mapa Geológico de España) hasta que en 1910 se empieza a parecer a lo que es hoy, al convertirse en el Instituto Geológico de España. Sólo unos pocos años después (en 1927) toma su nombre actual, coincidiendo con el comienzo de la realización del Mapa Geológico de España a escala 1:50.000, su gran obra científica. Y este nombre será el que mantenga hasta la actualidad, salvo un pequeño período de tiempo (1988-2001), en que se llamará Instituto Tecnológico y Minero de España.
Actualmente es un Organismo Público de Investigación, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, y su sede central se encuentra en un edificio monumental situado en el nº 23 de la calle Ríos Rosas de Madrid.
El edificio
La construcción del inmueble donde hoy se ubica el IGME se inició en 1921 y no finalizó hasta mediados de la década de 1940, aunque el traslado del Instituto a este inmueble se produjo en 1926, coincidiendo con su utilización como sede del XIV Congreso Geológico Internacional. El proyecto arquitectónico se debe a Francisco Javier de Luque, si bien la obra realizada no corresponde en su acabado final a los planos primitivos.
La Biblioteca
La Biblioteca está especializada en el ámbito de las Ciencias de la Tierra (geología, minería, hidrogeología o recursos geológicos y minerales), con un importante fondo de paleontología. En los últimos años, con el aumento del interés por estas materias, ha empezado a aumentar su fondo en ciencias medioambientales. Hay que señalar también que la Biblioteca hace el papel de “depósito legal” de las publicaciones editadas por el Instituto, recibiendo 3 ejemplares de cada documento publicado por la institución.
La organización de la Biblioteca del IGME, se estructura de la siguiente forma:
a) Una Biblioteca Central, situada en la sede central, de Madrid.
b) Varias Bibliotecas Periféricas:
- Biblioteca del Museo Geominero.
- Biblioteca de la sede del IGME en Tres Cantos.
- Bibliotecas de las diferentes oficinas territoriales repartidas por toda España.
Actualmente la Biblioteca Central cuenta con 385 m2, en las seis salas propias, a los que debemos añadir otros 80 m2 en los pasillos compartidos de la 2ª planta donde dispone de varios armarios. Además tiene una sala ignífuga de 4 m2, donde se guardan los fondos monográficos de más valor.
En las dos salas de consulta de fondos cuentan con 34 puestos de lectura, en una de las cuales están ubicados en planeros una gran parte de los mapas custodiados en la Biblioteca. Las otras cuatro salas, aparte de albergar los fondos, están destinadas a los trabajos bibliotecarios internos.
Además dispone de un depósito en Peñarroya (Córdoba) donde se envían los ejemplares duplicados o los documentos de menor uso cuando es necesario obtener espacio en la Biblioteca. Allí cuenta con unos 1.050 m. lineales de documentación, consultables siempre mediante una petición en la Biblioteca.
En cuanto a los comienzos de la Biblioteca son algo nebulosos sobre todo cuando hablamos de una institución con casi 170 años de antigüedad.
Podemos suponer que desde sus comienzos se guardaron de alguna manera los documentos que los científicos de la institución iban necesitando y los que iban generando (como la Memoria Anual de la Comisión del Mapa Geológico, que ya se publica en 1850).
Pero el dato real más antiguo que hasta este momento hemos encontrado es un libro de registro, que comienza en enero de 1886. Y puesto que su primer número es el 1809, debemos suponer que el control empezó para los documentos anteriores antes de esa fecha…
Podemos suponer que la configuración actual, en líneas generales, es la que tenía la Biblioteca en 1926, cuando el IGME se trasladó al edificio de Ríos Rosas.
La Biblioteca tiene una doble misión:
- Por una parte, y como parte de un Organismo Público de Investigación es una biblioteca especializada y por ello debe intentar mantener un fondo actualizado y vivo que dé el servicio que necesitan sus propios investigadores, pero también otros usuarios externos, pues está biblioteca está abierta a cualquier persona, estén o no interesados en las Ciencias de la Tierra
- Pero a la vez, y fruto de los años que atesora el IGME, somos una biblioteca histórica, por lo que debe conservar, preservar y difundir su patrimonio bibliográfico. Lógicamente en casi 170 años ha dado tiempo a atesorar un importante volumen de documentos relacionados con las materias propias del centro, constituyendo posiblemente el más importante fondo histórico en el campo de Ciencias de la Tierra. Eso ha permitido que en estos momentos disponga de 355 documentos anteriores a 1830, de los cuales 260 son monografías y 95 son mapas.
El fondo documental de la biblioteca del IGME se compone por:
Monografías, que superan los 35.000 ejemplares, encontrándose entre ellos ejemplares de gran valor patrimonial e histórico. En el fondo antiguo conservado monografías) se puede destacar obras tan emblemáticas como De re metallica de Georg Agricola (una edición en latín de 1556 y otra en italiano de 1563), la Historia natural de Cayo Plinio Segundo, traducida por Gerónimo de la Huerta de 1624 o El espejo cristalino de las aguas de España de Limón Montero de 1697. Alrededor de 4000 obras son del siglo XIX. Además, hay aproximadamente unos 6000 libros electrónicos.
Publicaciones periódicas, que actualmente está constituido por casi 3.000 títulos de publicaciones periódicas pertenecientes a diferentes países del mundo, obtenidas en buena parte mediante el intercambio bibliotecario con instituciones similares de otros países. Hay que destacar el Boletín Geológico Minero, editado por el IGME desde 1874, la Estadística Minera (desde 1856), o el Journal des Mines (1794-1814), la revista más antigua conservada en la Biblioteca. Además se mantiene la suscripción de 60 títulos de las revistas en papel y electrónico más importantes del mundo en el campo de Ciencias de la Tierra, para mantener su fondo de publicaciones periódicas actualizado.
Cartografía, que actualmente suponen unos 25.400 ejemplares, una de las más importantes colecciones cartográficas de España. Estos son fundamentalmente geológicos pero también se conservan mapas de otros tipos, tales como cartas náuticas, mapas geográficos, planos de minas, mapas de recursos mineros, tectónicos o hidrogeológicos, etc. Al igual que en las otras tipologías documentales se puede distinguir entre fondo antiguo y moderno. Entre los más antiguos se pueden encontrar los primeros mapas y bosquejos geológicos realizados en España, como el considerado primer mapa geológico de España (Mapa Petrográfico del Reyno de Galicia, de Guillermo Schulz, 1834), aunque el más antiguo de los mapas conservados es de 1750 (Mapa de la provincia de Quito, un mapa geográfico). Para ver los primeros mapas geológicos tenemos que remontarnos a 1809 donde tenemos varios de distintas partes de Gran Bretaña.
El fondo moderno de cartografía está constituido, aparte de por colecciones de mapas de otros países, por las series cartográficas españolas editadas por el IGME en sus diferentes escalas, desde mapas a escala 1:1.000.000 a la cartografía de la serie MAGNA, escala 1:50.000, compuesta por 1.109 hojas geológicas que cubren todo el territorio español, y que se puede considerar la mayor obra de investigación y editorial del IGME. También se encuentra el resto de cartografías generadas por el IGME a escala 1:200.000 correspondientes a los mapas hidrogeológicos, geotectónicos, de rocas industriales y recursos minerales. Alrededor de 2.500 mapas disponen de acceso electrónico (ya sea en línea o digitalizados en otro formato).
Servicios de la Biblioteca
Aparte de la consulta a la colección de la Biblioteca del IGME, se ofrecen otros servicios bibliotecarios como:
- Lectura en sala
- Consulta del catálogo y de las bases de datos de la Biblioteca, y las producidas por el propio IGME. Resulta interesante reseñar la base de datos “Geominer” (http://igme.oaistore.es/opac/index.php?codoapc=OPIGM) que contiene más de 145.000 registros con el vaciado bibliográfico de artículos de revistas, libros y otros documentos referidos a las Ciencias de la Tierra en España e Iberoamérica, y que para revistas españolas, portuguesas e iberoamericanas es la propia Biblioteca la que realiza su vaciado, mientras que para revistas de otras parte del mundo los registros son suministrados por el American Geosciences Institute.
- Servicio de información y referencia.
- Servicio de Reprografía.
- Préstamo Interbibliotecario para usuarios internos e instituciones bibliotecarias externas.
- Acceso a revistas electrónicas a texto completo (las suscritas, sólo desde el propio IGME).
- Boletín de novedades (distribuido mensualmente para los usuarios internos).
- Formación de usuarios a petición de los propios usuarios.
Biblioteca Digital
Dentro de las tareas de conservación, la Biblioteca del IGME ha realizado un importante esfuerzo digitalizador. Desde la página web de la Biblioteca (http://www.igme.es/biblioteca/default.asp), apartado “Biblioteca Digital” existe la posibilidad de consultar los documentos digitalizados del Fondo Antiguo de la Biblioteca, tanto de monografías como de mapas, además de una serie de revistas históricas del fondo del IGME.